sábado, 6 de abril de 2013

La montaña y el sol


Fruto del morbo juguetón de dos almas en pena se hincha la montaña,
corazón de sus fluidos, cálido lugar sin sombra donde anida el sol.
Sin la venia de la estrella se madura la mañana con un amargo sabor a distancia.
Por la culpa de un beso que fue negado yace inmóvil su cuerpo sepultado con
todo y la ilusión, es la tumba del ingenuo que creyó en el vuelo sin rumbo del
cuyeo. Aquel que se oculta en la penumbra de dos pechos florecidos en una noche
de luna nueva.
Muchas ganas y pocos intentos lloran hoy el santo lecho de tu vagina hecha verso.
Sólo ellas, la tristeza y la indiferencia, celebran una ingrata victoria; entre el verdor pueril de la montaña; casita del sol, luz para el pueblo.
Ella con Dios y mentiras…
                          Él con ciencia y sin fe.
El sol arriba y la montaña abajo.

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