Deja de pedirme con los ojos que desaparezca al mundo;
Deja de implorarme a la mitad de un beso que me vaya.
Piensa por una vez lo mucho que te pienso; y trata de
de apagar la luz de luna; en lo oscuro haremos el amor.
Esconde detrás de un sollozo la angustia de la distancia y
lo azul de la memoria; un amante sentado a la orilla del río.
Búscame en lo prohibido del deseo, invócame mientras
se acelera tu respiración, un ritual de velas, fluidos y soledad.
Vamos a amarnos como la nube y la montaña; entre niebla
y madrugada; empezar el recorrido por tu falda helada para
evaporarme en el calor de un beso.
Absurdos y perversos, como mis días!
Pero, deja de pedirme con los ojos que desaparezca al mundo.
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