viernes, 17 de agosto de 2012


Prométeme princesa de la noche que al final seremos uno.
Prométeme que lo gris del alma se alivia al cerrar los ojos.
Prométeme que a la tumba no se van las penas,
que el espíritu vuela ligero adonde desembocan las promesas.
Júrame que no existe dolor eterno ni decepciones infinitas. 
Oh! Dulce muerte que me atrapas en tu misterio, aléjame del pueblo!
Ocúltame en un paraíso de silencios, de sombras y flores.
No dejes que el reloj  humille mi figura, dejemos que el recuerdo quede intacto.
Júrame que siendo jóvenes seremos uno!

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