viernes, 17 de agosto de 2012


Oh! dulce princesa! Vamos a dejar que el mundo estalle en mil pedazos;
que antifaces de colores oculten sus penas, mientras vos y yo nos alejamos
de todos en un cohete; vos muy pequeña dormida entre mis brazos!
Escapémonos de éstas y de aquellas; del día y de la noche; del mundo feo sin estrellas.
Vamos a reírnos de la vecina y su impaciencia, de dios, su doctrina y sus ausencias.
Cantemos un rato en el despegue, para asustar al diablo, para que el ángel juegue.
Que una nube no sea tropiezo, en esta huida hacia una luna gorda, amarilla, luna de  queso!
Borremos el rastro, no exista más huella, que nuestros cuerpos desnudos; un cantor y su doncella !
Una a una, se van mis letras con el viento, como gasto en palabras, tan bonitas  y vacías…en mi mundo de papeles de tus pechos y poesía. Con el viento se me escapan, esas letras tan empíricas, es tu beso invisible el triste autor de tanta lírica!
Ay! Princesa, mía! Vamos a ser realistas, te lo cuento de una vez, antes de que desistas, no son dos, tampoco cuatro las noches que te pido, es la eternidad misma,  pues no acepto no otra cosa, que un futuro viejo en la cama con mi esposa!

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